Palabras de Marichuy en Guadalupe Tepeyac:
Buenas tardes hermanos y hermanas bases de apoyo, hermanos y hermanas del Congreso Nacional Indígena, hermanos y hermanas concejales, y hermanos invitados, así como los medios libres y los medios de paga.
Hermanos indígenas, es la hora de los pueblos, es el momento de voltear a ver a nuestras comunidades, voltear a ver a nuestros hermanos. Lo que estamos sufriendo también lo sufren ellos, aunque sean de otro color, aunque piensen diferente a como pensamos, tenemos que unir esos dolores que tenemos, esas rabias de todo lo que nos han hecho por años, a nuestros abuelos, a nuestros hermanos, todo lo que está haciendo el sistema capitalista para destruir nuestras comunidades, para robarles, para despojarles de todo lo que nuestros abuelos han peleado por años.
Es el momento de juntar esos esfuerzos y luchar juntos contra este sistema. Si no unimos estos esfuerzos vamos a seguir por años sufriendo lo mismo y quizás lo peor. Por eso los pueblos indígenas aglutinados en el Congreso Nacional Indígena dijimos que era importante caminar juntos y dar este paso para poder derrocar a este monstruo gigante que está acabando con nosotros, que está acabando con nuestras tierras, que está acabando con nuestros territorios, con nuestra lengua, con nuestra forma organizativa que tenemos en nuestras comunidades. Es tiempo, hermanos, de articularnos, de juntarnos, de ponernos de acuerdo en cómo le vamos a hacer para que a nuestras comunidades ya no se las sigan acabando. Es el momento de hacer ese esfuerzo y de voltear a ver a nuestros hermanos que tenemos al lado y que juntos pensemos cómo nos vamos a organizar para derribar este sistema capitalista, que no solamente está acabando con nuestros pueblos, va a acabar con todo.
Por eso decimos que es la hora de los pueblos, porque los pueblos hemos estado desde que inició este país. Desde que existe la tierra hemos estado y han llegado otros con malas intenciones de que solamente los pueblos indígenas ven cómo le sacan riqueza, cómo se aprovechan de nuestras riquezas que tenemos en nuestras comunidades. Por eso tenemos que olvidarnos de aquellos que nos han dividido y que nos han hecho que nos peleemos entre nosotros. Tenemos que unirnos entre nuestros hermanos indígenas, tenemos que unirnos con las personas de la sociedad civil que viven en la ciudad y que también están sufriendo y que también han venido luchando por años. Tenemos que pensar juntos cómo vamos a hacer para que nuestras comunidades sigan existiendo. Y solamente es unirnos nosotros los que pensamos que hay un enemigo en común y que está allá afuera y qué es el que hace que nos estemos peleando en nuestras comunidades. Que estemos pensando que el que está cerca es el que nos está acabando. Y no es cierto. Allá está arriba. Y es ese sistema capitalista que solamente quiere acabarnos para quedarse con todas las riquezas que tienen nuestras tierras.
Y no lo vamos a permitir. Por eso dijimos es la hora de los pueblos. Es la hora que los pueblos van a levantar su voz, se van a organizar y vamos a luchar no solamente por los pueblos indígenas, vamos a luchar por todo el mundo.
¿Y cómo lo vamos a hacer? Uniendo, articulando, concientizando. Y vamos a ir caminando juntos. Y vamos a ir peleando por todos, por todos los mexicanos y por todo el mundo. Por eso decimos que es la hora de los pueblos, es el momento de unirnos hermanos, es el momento de pensar que si no damos este paso tan importante que lo vemos desde el Congreso Nacional Indígena, tal vez luego vamos a estar diciendo que por qué no hice caso.
Necesitamos caminar juntos, y juntos poder defender nuestras comunidades, poder defender nuestros habitantes que tenemos en nuestras comunidades, las riquezas que vemos alrededor de nuestras comunidades. Nos toca defenderlos hermanos, y solamente unidos podemos lograrlo.
Y ahorita las mujeres tienen que dar un paso muy importante en este proceso de organización. Si todas las mujeres le echamos ganas junto con nuestros hombres vamos a lograr que este sistema capitalista que está acabándonos, podremos derribarlo.
Gracias hermanos