«Abajo, desde el fondo de la tierra, la dignidad está naciendo un nuevo mundo en medio de la destrucción, el dolor y la rabia de nuestros pueblos, del México de abajo en los campos y las ciudades. Del pueblo trabajador que es explotado hasta su muerte, despojado de todo cuanto tiene, reprimido por pensar y rebelarse, despreciado por ser diferente, por ser pobre, por ser mujer, por hablar nuestra propia lengua, por decir la verdad, por mirar abajo y no arriba, por voltear a ver a la compañera, al compañero y no al amo, al cacique, al patrón, al mal gobierno». Marichuy, Oventic, Chiapas