Al Congreso Nacional Indígena
Al Ejército Zapatista de Liberación Nacional
A la Sexta Nacional e Internacional
A las organizaciones de derechos humanos
A los medios de comunicación
Desde el cañón de Bolaños, en la comunidad de San Lorenzo de Azqueltán, municipio de Villa Guerrero, Jalisco, denunciamos la criminalización de 17 hermanas y hermanos, comuneras y comuneros de nuestra comunidad indígena autónoma tepehuana y wixárika.
Nos acusan de robo, nos citan a comparecer ante el Juez Segundo de Control del Décimo Primer Distrito Judicial, en Colotlán, Jalisco, por “el delito” de ejercer los acuerdos de nuestra asamblea y lo que vemos es una escalada de violencia institucional, una ofensiva de los gobiernos y caciques contra quienes defendemos la tierra.
Lo que verdaderamente persiguen no es la justicia, sino frenar la lucha que llevamos desde hace más de diez años. Quieren quebrar nuestra determinación de autonomía, mermar nuestra resistencia. Persiguen a la determinación de un pueblo que decidió ejercer la libre determinación nombrando autoridades propias, tanto agrarias como tradicionales y defendiendo el territorio que otros ambicionan. Eso es lo que realmente les incomoda, porque nuestra autonomía es un grito de libertad que no pueden callar. Les duele nuestra dignidad, les molesta que exijamos el reconocimiento de nuestra cultura y territorio, mientras nos rodean de un ambiente de agresión que se extiende a lo largo y ancho de nuestra comunidad.
Esta criminalización es un ataque directo contra las y los comuneros que han ocupado cargos en nuestras instituciones tradicionales y agrarias. Es decir, es contra nuestra lucha, y busca silenciar la resistencia que no han podido callar con la razón.
Denunciamos la complicidad de quienes, en lugar de impartir justicia, se pliegan a los intereses de los poderosos. En Azqueltán y en muchos otros rincones del país, la represión contra los pueblos indígenas se ha convertido en una política de Estado, protegida por juzgados y tribunales. Nos persiguen porque defendemos lo que nos pertenece y porque nuestra lucha no cabe en sus moldes.
A los medios de comunicación y a las organizaciones de derechos humanos, les pedimos que no nos dejen solos. Estén atentos a cualquier abuso que pueda surgir de estas acusaciones infundadas. Sabemos que el gobierno, los jueces y los patrones que mandan, o sea lo poderosos, quieren aniquilar nuestra palabra, nuestra lucha y resistencia.
La tierra no se vende, se ama y se defiende.
No nos vendemos, no nos rendimos, no claudicamos.
¡No más persecución a las comuneras y comuneros de Azqueltán!
Atentamente,
Octubre de 2024
Comunidad Indígena Autónoma Tepehuana y Wixárika de San Lorenzo de Azqueltán, municipio de Villa Guerrero, Jalisco.